El qi gong como actividad de bajo impacto tiene el privilegio de adaptarse a cualquier edad de la vida. Además de su carácter preventivo y de la importante plaza que ocupa en la Medicina tradicional China, el qi gong se ve como excelente práctica de mantenimiento, complementaria a cualquier otra actividad (tanto física como profesional) y se ha visto eficaz en cualquier persona deseando mejorar su calidad de salud y de vida.

Para los niños:

  • Aprender a tener control del cuerpo.
  • Mejorar y solucionar problemas como enuresis, miopía, nerviosismo, mala digestión, estreñimiento, diabetes, dolor de espalda, etc.
  • Desarrollo del esquema corporal.
  • Aprender a canalizar y gestionar la propia energía.
  • A superar las emociones negativas.
  • Desarrollar la concentración y la confianza en sí mismos.

Para los adultos:

  • Elasticidad.
  • Relajar y controlar el estrés.
  • Equilibrio psicosomático: sensación de bienestar.
  • Mejorar la vitalidad.
  • Prevenir enfermedades.
  • Reducir el tiempo de convalecencia.

Para las personas de edad avanzada:

  • Conservar o recuperar la elasticidad.
  • Mejorar la memoria.
  • Incrementar la vitalidad.
  • Mejorar la calidad del sueño.
  • Mejorar su calidad de vida.
  • Encuentro social.
  • Autonomía.
  • Gusto de vivir.
  • Vivir mas años ganando calidad de vida.